FECHA
Y LUGAR DE NACIMIENTO:
Nació en la ciudad de Panamá en 1948. Murió el 28 de junio de 2018.
TITULOS
ACADÉMICOS: Profesora de Español- Capítulo de honor Sigma
Lambda, por la Universidad de Panamá. Cursos de postgrado:
Universidad Complutense de Madrid, 1980-1981 (Especialización
en Literatura Hispanoamericana).
EXPERIENCIA PROFESIONAL O TRABAJO ACTUAL:
Profesora de Educación Media: Instituto Fermín Naudeau,
1977-1989; Universidad Santa María La Antigua, 1989 ; Universidad
de Panamá: 1984 hasta la fecha; Directora de Cultura de la
Vicerrectoría de Extensión de la Universidad de Panamá
1994 - 1998; ha sido asesora de Cultura de la Universidad de Panamá;
así como de la Fundación Biblioteca Nacional.
Académica de Número de la Academia
Panameña de la Lengua y Correspondiente de la Real Academia
Española desde 2003, cargo que alterna con la promoción
de la cultura en su país y la crítica literaria.
Actualmente, Miembro del Pen Club de Panamá; de la Fundación
Pro-Biblioteca Nacional 1996.; del Circulo Lingüistico de Panamá
(CILPAN).
LIBROS,
CUADERNILLOS Y FOLLETOS PUBLICADOS:
Ha publicado más de 50 artículos en publicaciones
tales como: el periódico La Estrella de Panamá y La
Prensa, así como las revistas: "El Búho",
"Imagen", "Viaje", entre otras; al igual que
poemas en La Estrella de Panamá. Escribe, desde 1999, la
columna mensual "Hablemos sobre Libros" en la revista
Ellas (diario La Prensa).
Entre
sus ensayos, cabe citar: "Lo mítico y lo simbólico
imbricado en la realidad, la ilusión ficcional de El Ahogado"
(Revista Iberiamericana, Universidad de Pittsburgh, 2001) y "La
novela panameña, una historia novelada" (2003)
Libro de Ensayo: Neruda y la mujer (Panamá, 1993),
con prólogo de Rodrigo Miró Grimaldo
Novela:
La envidia es color de arsénico (Alfaguara,
Panamá, 2004).
DESCRIPCIÓN
TEMÁTICA DE ALGUNOS LIBROS:
La
envidia es color de arsénico (novela, 2004). Parte
de la contraportada de la obra dice lo siguiente: ".....En
la envidia es color de arsénico, Bernal Burell reinventa
una alegoría a partir de un vínculo tan antiguo como
inextricable. Y la lleva al límite de su elocuencia, al postularla
en téminos tan originales como desopilantes. El resultado
se expresa en estas páginas, cuya fascinación persiste
más allá del desenlace".
Neruda
y la mujer (ensayos, 1993). Primer libro de la autora. En él
examina la poesía amorosa de Neruda. Al respecto, señala
Rodrigo Miró en su prólogo: "La autora no se
limita al poeta juvenil de Veinte poemas de amor y una canción
desesperada, sino que considera con la adecuada amplitud la
fase posterior de su poesía amorosa, en la que siempre la
mujer es el complemento indispensable del hombre. Llama la atención
asimismo la propiedad del léxico empleado, que se adapta
felizmente a los matices de que la poesía de Neruda está
colmada, circunstancia que enriquece y facilita su comprensión.
En este sentido, Burrell evita y rechaza dos vicios que en nuestro
medio crecen como la mala hierba: el lenguaje pobre o equívoco
y la jerga pseudocientífica que afea cuanto toca".
La
envidia es color de arsénico (novela, 2004). Parte
de la contraportada de la obra dice lo siguiente: ".....En
la envidia es color de arsénico, Bernal Burell reinventa
una alegoría a partir de un vínculo tan antiguo como
inextricable. Y la lleva al límite de su elocuencia, al postularla
en téminos tan originales como desopilantes. El resultado
se expresa en estas páginas, cuya fascinación persiste
más allá del desenlace".
Neruda
y la mujer (ensayos, 1993). Primer libro de la autora. En él
examina la poesía amorosa de Neruda. Al respecto, señala
Rodrigo Miró en su prólogo: "La autora no se
limita al poeta juvenil de Veinte poemas de amor y una canción
desesperada, sino que considera con la adecuada amplitud la
fase posterior de su poesía amorosa, en la que siempre la
mujer es el complemento indispensable del hombre. Llama la atención
asimismo la propiedad del léxico empleado, que se adapta
felizmente a los matices de que la poesía de Neruda está
colmada, circunstancia que enriquece y facilita su comprensión.
En este sentido, Burrell evita y rechaza dos vicios que en nuestro
medio crecen como la mala hierba: el lenguaje pobre o equívoco
y la jerga pseudocientífica que afea cuanto toca".